Introducción
Cuando se lanza un proyecto, la parte legal suele quedar relegada a un segundo plano. Sin embargo, una base jurídica sólida puede evitar muchos problemas en el futuro. Desde la consultoría legal que ofrecemos, detectamos errores comunes que se repiten en la mayoría de los emprendedores. En este artículo, los compartimos para ayudarte a evitarlos desde el inicio.
1. No formalizar acuerdos por escrito
La confianza es importante, pero los acuerdos verbales no protegen a ninguna de las partes. Ya sea con socios, proveedores o colaboradores externos, siempre es recomendable firmar un documento que establezca claramente responsabilidades, plazos y condiciones.
2. Ignorar la protección de datos
Aunque se trate de una pequeña base de clientes o contactos, es obligatorio cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). No tener textos legales adecuados (como la política de privacidad) o no gestionar bien el consentimiento puede derivar en sanciones.
3. Usar plantillas legales sin adaptar
Copiar términos y condiciones de otra web o utilizar contratos estándar puede parecer práctico, pero rara vez se ajustan a las necesidades reales del negocio. Cada actividad requiere cláusulas específicas y una redacción clara que evite ambigüedades.
4. No proteger la propiedad intelectual
Muchos emprendedores no registran su marca, logo o contenidos, lo que deja el camino abierto a copias o conflictos. La protección legal no solo resguarda tu identidad, también te da valor diferencial ante posibles inversores.
5. No contar con asesoramiento legal desde el principio
Esperar a tener un problema para acudir a un abogado es un error clásico. Un asesoramiento inicial te permite prever riesgos, ahorrar tiempo y tomar decisiones con mayor tranquilidad.